miércoles, 25 de octubre de 2017

ARQUITECTURA BASICA

L'Espai amb majúscula segueix sent protagonista en les obres que pengen  aquest mes a Cal Calissó de Castellar del Vallés. Si l'espai pressuposa quasi sempre un punt de vista de l'autor on defineix el seu territori, també la utilització del color de manera restringida demostra la seva visió del seu mon. Com ja hem vist d'ençà uns anys son importants els mateixos elements: espai, relació entre espais i color, i el color negre que es ja una característica de l'obra global de l'artista. 

18 - 9 - 2017  - Acrílic sobre paper 2017

        El espacio en mayúscula sigue siendo protagonista en las obras que cuelgan este mes de las paredes de Cal Calissó de Castellar del Vallés. Si el espacio presupone casi siempre un punto de vista del artista donde reside su territorio, también el uso de una manera restringida del color demuestra una  visión  personal de su mundo. Como se comprueba desde hace unos años se repiten los mismos elementos: espacio, relación entre esos mismos espacios y el color. También el color negro que es una característica importante de la obra global del artista.  Espai 2








SENSE TÍTOL  Mixta sobre tela  100cm x 81cm 2016 

SENSE TÍTOL  Mixta sobre tela 116cm x 81cm 2005


domingo, 3 de septiembre de 2017

VISIONS DE CASTELLAR

Enguany torna VISIONS DE CASTELLAR, la exposició d'artistes locals per celebrar la Festa Major de Castellar del Vallès.




Domènec Triviño - 14 -7- 2017 / Acrilic sobre tela 100cm x100cm



miércoles, 22 de marzo de 2017

TEXTO PARA EL CATALOGO DE LA RETROSPECTIVA 1989 - 2016



The factory y el efecto mándala

Dra. Anna Pujadas

Profesora de Teoría de Diseño y de Arte en el Centro Universitario EINA de la UAB


TALLER - 2016
           The Factory es el nombre de la famosa comuna liderada por Andy Warhol. Era una casa-taller donde se vivía pero también se trabajaba. Era un espacio de gran superficie y gran volumen de aire, seguramente un antiguo almacén o una antigua manufactura, una nave reciclada. Warhol y los suyos se habían apropiado de un espacio industrial neutral en el que se fundían sin solución de continuidad el ámbito privado y el laboral. Esta manera de habitar estaba en correspondencia con su manera de crear y su manera de entender el arte. Warhol utilizaba procedimientos mecánicos de reproducción de la imagen, mayoritariamente la serigrafía, una técnica originaria de les artes graficas que permitía la seriación de sus pinturas y, por lo tanto las convertía en productos industriales. En las serigrafías aumentaba y coloreaba la imagen, multiplicando la sobre el lienzo de manera mecánica y estereotipada. La coloración chillona al estilo publicitario hacia que las cosas que pintaba tuvieran un aspecto superficial y los fondos con tramas chapuceras remetían a las impresiones torpes y mecanizadas. La razón de estos procedimientos era la idea “anti-esteticista” que Warhol tenia del arte. El arte tenia que ser utilitario o estar comprometido políticamente. De esta manera, se liquidaba la pintura de caballete, por ser una forma artística burguesa y anticuada. Esta concepción del arte seguía la tradición de los constructivistas rusos que habían criticado el arte “idealista” y por eso se habían apartado definitivamente de la pintura a favor de disciplinas que se adaptaran mejor a la fusión de lo que era artístico y de lo que era técnico, con mayores conexiones con la sociedad, como la fotografía que fue la elección de Rodtxenko y El Lissitzky. Con esta concepción del arte, Warhol y la The Factory conseguían que las técnicas que utilizaban, las creaciones que producían, el entorno de vida y la manera de habitar coincidieran.



       Lo mismo podríamos decir de Domènec Triviño, cuyo ámbito laboral ha sido siempre la fabrica (en su caso productora de vidrio), un espacio industrial que ha abastecido al inspiración, los procedimientos y las concepciones de la obra de este artista. Si partimos de su serie Horizontes de 1989 y recorremos sus creaciones hasta el día de hoy, eso nos da una perspectiva de mas de 15 años para constatar esa correspondencia entre un lugar de trabajar y vivir, unas técnicas y unas concepciones artísticas naturalmente ligadas a la industria.
DIARI 3- 1992 - C.P



         Las técnicas, por ejemplo, son claramente procedentes de las artes graficas, como las monotipias, reservas, en general Triviño utiliza métodos de estampaciones como si trabajara con planchas de estampaciones. Por otro lado, la pintura que utiliza es también en ocasiones industrial, pintura acrílica y mas sorprendentemente pintura esmalte, el habla de “pintura de puertas” que sobre el papel o la tela se comporta mas como una base que como un motivo. La serie Paisajes Imaginarios (1990) casi debe su expresividad a ese efecto. Esta hecho de manera expresa para evitar lo que Triviño llama “preciosismo”, un concepto claramente relacionado con el de “esteticismo” de los artistas pop o el “idealismo” de los artistas constructivistas.  En todos ellos lo que se intenta evitar es un arte artificial por decorativo y vacío por aparente. Para huir de esa trampa Triviño practica una “espontaneidad controlada”, al menos así lo describe. Intenta que lo que suceda en la tela sea imprevisible para el, no quiere seguir ningún sistema especifico cuando empieza pintar, quiere que cada cuadro tenga su propia manera de evolucionar, que a medida que avanza, el tema se revele por si solo. De esa manera, la composición no es un plan premeditado, mas bien  la forma imprevista que el cuadro adopta como resultado de los esfuerzos realizados para expresar su motivo. Hay una unidad entre acción y percepción que excluye el retoque y que ,mas que una técnica, es un proceso. Se trata de un trabajo que pretende registrar lo irrepetible de cada instante, que presupone el rechazo de cualquier sistema y expectativa codificada. Por ejemplo, en la serie Suite natura (2004) sus negros están tratados como el fuel de la fabrica que se utiliza para fundir el material que se convertirá en vidrio. Refieren a cuando el fuel se dispersa manchando superficies diversas y creando a veces figuras y casualidades pictóricas interesantes de adoptar o bien de utilizar.
SUITE NATURA Nº 47- 45CM X 33CM - 2004 - CP



          Triviño busca lo que  Pollock llamaba contact, un cierto estado en el que el artista es guiado por la imagen que el está produciendo, sin ninguna figura preconcebida como finalidad. Las formas existentes no tienen significado y, en lugar de perseguir hasta lograr objetivos, el artista cae en un método de creación que invita  a posibilidades de invención. El cuadro, finalmente, no se vincula al exterior, entre los cosas empíricas, si no a condiciones de ser ante todo ”auto figurativo”. El arte no es construcción ni artificio. El mundo no está delante del artista es más bien el artista que nace en las cosas por concentración, llegadas a el mismo de lo visible. Cuando la mano del artista se anula, entonces las cosas se expresan por si solas. Eso es muy evidente una vez más en la serie Suite natura (2004) donde Triviño en lugar de dibujar unas líneas a mano provoca que estas se formen por si solas desgarrando el papel. La coloración del desgarro contrastando con el del papel genera unas líneas que no se pude decir que las ha pintado el artista, ya que se han hecho por azar a partir de una acción del artista, pero tampoco se puede decir que no se deban a su acto creativo, todo que efectivamente se han formado solas.

          Ese acuerdo lleva naturalmente Triviño hacia la abstracción y lo aleja de la figuración. Porque lo que el busca no es un signo representando algo, si no un acontecimiento formado por sí solo. Por esa razón el artista se ha resistido siempre a utilizar elementos de la fábrica de manera obvia, directa y en cierta manera previa a la obra con un sentido independiente a la obra, como podrían ser las botellas. Nos podríamos preguntar cómo es que si Triviño trabaja en una industria de fabricación de botellas de vidrio, ese objeto no aparece tal como es, tal cual, en sus pinturas. Pues porque sería un elemento que tendría un simbolismo propio que más bien desactivaría el espacio pictórico si fuese incorporado. En cambio, la transferencia de un objeto de la fábrica sobre un papel mediante una  impresión en monotipia es un procedimiento que integra el objeto dentro de la obra por la gracia del proceso de creación. Este procedimiento es el protagonista claro de la serie Notebook (1992) en la que aparece insistentemente una forma antropomórfica que no es otra que la huella de una de las caras de un hierro procedente de la fábrica donde el artista trabaja. La serie Cercles (1992) tiene por motivo principal  una forma circular nacida también de la huella impresa de una objeto traído de la fábrica.



      Esos hierros no se integran literalmente, como un objet trouvé o un ready made, están estampados. Y no olvidemos que la estampación exige un contacto físico entre la cosa impresa y la huella que deja. Es un proceder de transferencia muy “sincero” y “verdadero” ya que la imagen que queda es un rastro, una huella y no una ilusión. Se puede decir que es un procedimiento figurativo que da lugar a una forma abstracta y que Triviño consigue representar la realidad sin ser imitativo. Aun cuando en el momento de transferir la pieza esta pierda parte de su integridad original, y aun siendo trasladada de forma parcial, que el resultado pueda ser una imagen pálida, difuminada, el hecho es que la imagen resultante se ha producido por el contacto directo entre el objeto y la superficie; el artista no interviene en la formación de la huella que se debe única y exclusivamente a la presencia del objeto y de la fuerza de su materialidad. Al tiempo nadie puede negar que esa huella representa “figurativamente” la pieza, ya que la huella resigue el perfil de ese cuerpo siendo una réplica exacta, una copia indudable. Se trata de una transferencia. En esta operación los objetos transferidos no pierden su identidad original como fragmentos de objetos. Tomadas del espacio del mundo quedan imbricadas en la superficie de una pintura. A más a mas, ya se sabe que Triviño busca esas irregularidades y “defectos”, ya que permiten incorporar la aleatoriedad de la imagen, al mismo tiempo que surgen efectos imprevistos con los que hablar no solo de la reproducción mecánica, si no también la degradación o alteración de las cosas: ” En la fábrica, veo como las personas, el tiempo desgasta las superficies produciendo efectos y combinatorias muy interesantes. Parece que el azar puede producir belleza como los pintores”, escribe Triviño en su diario.



       También  el espacio donde conviven esos elementos pictóricos tiene que surgir de los mismos principios, de un imprevisto que se forma, de una espontaneidad (libertad) controlada (intencional ). Algunas estructuras de las primeras obras se basan en la transferencia de determinadas composiciones que el artista ve en la fábrica, como estructuras que soportan escaleras, pasarelas, etc. No son trasladadas literalmente pero han sido construidas igualmente. Sin duda, hasta ese orden prestado, inspirado de un azar perceptivo y transportado indirectamente todavía, quizás, le es poco libre a Triviño. Con el tiempo el artista aprende a ver orden espacial en formas amorfas y cambiantes que otros difícilmente podrían tomar por estructuras: son las formas que él ve a través de la ventana del horno de vidrio cuando trabaja.

Parece que una parte de su trabajo consiste en controlar dicho horno y, por eso, lo observa durante horas en funcionamiento y debe fijarse en las figuras y los colores de la fusión de los materiales a altas temperaturas. Parcelaciones (2000) y Reservas (2009) vienen de aquí. A Reservas (2009) específicamente Triviño utiliza arena de sílice como material que engancha a la pintura y que crea formas irregulares y azarosas. En la fabricación del vidrio, varias materias primarias naturales ( arena de sílice, carbonato sódico, piedra calcaría y vidrio reciclado) se combinan para después de 24 horas a unos 1500ºC producen un líquido pegajoso con la consistencia de la miel que, una vez en moldado y enfriado, dará paso al vidrio. Según Triviño la serie Reservas (2009) representa el horno, las pilas de sílice que se ven a través de la mirilla del horno.
RESERVES Nº12 - 2009

 Las pilas de materia dentro del horno de fusión tienen un efecto sobre Triviño parecido al que Marcel Duchamp obtenía con su primer ready made, la famosa rueda de bicicleta acoplada a un tamburete. En una entrevista con Pierre Cabanne, explicaba Duchamp que cuando hizo ese montaje no tenía intención concreta, al contrario, buscaba la casualidad. Decía Duchamp que para él fue simplemente dejar que las cosas fueran por si solas y así poder obtener una atmosfera creativa en su estudio. Se trataba de un “mueble” para su apartamento, ya que vivía en el taller, como Warhol en la Factory.  Duchamp decía que ese “invento” le ayudaba a inspirar-se, a que le vinieran ideas a la cabeza. Cuando hacia girar la rueda de bicicleta clavada en el tamburete ( porque la hacía rodar) se relajaba, quedaba reconfortado y le creaba una apertura que permitía que le vinieran a la cabeza cosas alejadas de la vida material de cada día.

Para él era como mirar las llamas del fuego, verlas bailar y dejarse “hipnotizar” por ellas entrando así en otro estado de conciencia. Se trataba, según el artista decía, de un “artefacto-mándala”.

      
SUITE NATURE Nº304- 70CM X 50CM - 2007
Las mándalas, son unos de los símbolos visuales más representativos del tantrismo, son diagramas de carácter geométrico y artístico que representan, con gran variedad de esquemas y modelos, la relación arquetípica entre el orden psicológico y el cosmológico, entre la psique humana y el absoluto. Pintadas sobre tela y en murales, elaboradas con arena coloreada y, muy raramente levantadas como estructuras tridimensionales (que pueden llegar a tener dimensiones arquitectónicas),las mándalas se utilizan como soporte de prácticas de meditación y de visualización, y constituyen un elemento fundamental en el curso de los ritos iniciáticos.

El significado literal del término tibetano Kyilkhor (mándala) es “centro y circulo”. Cuando Triviño contempla las pilas de sílice dentro del horno, candentes, en combustión, estas tienen para él un efecto mándala. El artista comenta que la fábrica aparece en sus cuadros de manera inconsciente, que solo después, con el tiempo, que va percibiendo relaciones. Tal vez de lo que se trata es de un subconsciente o de un supra consciente, de algo que , llevado por el influjo mándala, viene del mundo mental y espiritual, y no del mundo material que le rodea.

TEXT DEL CATALEG EXPOSICIÓ PICTORICA RETROSPECTIVA 1989 - 2016




The factory i l'efecte mandala Dra. Anna Pujadas
Professora de Teoria del Disseny i de l'Art al Centre Universitari EINA de la UAB 

       The Factory és el nom de la famosa comuna productiva liderada per Andy Warhol. Era una casa- taller on s'hi vivia però també s'hi treballava. Era un espai de gran superfície i gran volum d'aire, segurament un antic magatzem o una antiga manufactura, una nau reciclada. Warhol i els seus s'havien apropiat d'un espai industrial neutre en el qual es fonien sense solució de continuïtat l'àmbit privat i el laboral.
Aquesta manera d'habitar estava en correspondència amb la seva manera de crear i amb la seva manera d'entendre l'art. Warhol utilitzava procediments mecànics de reproducció de la imatge, majoritàriament la serigrafia, una tècnica originària de les arts gràfiques que permetia la seriació de les seves pintures i, per tant, les convertia en productes industrials. En les serigrafies augmentava i acoloria la imatge, multiplicant-la sobre el llenç de manera mecànica i estereotipada. La coloració cridanera a l'estil de la publicitat feia que les coses que pintava tinguessin un aspecte superficial i els fons amb trames barroeres remetien a les impressions maldestres i mecanitzades. La raó d'aquests procediments era la idea «antiesteticista» que Warhol tenia de l’art. L’art havia de ser utilitari o estar compromès políticament. 
       D'aquesta manera, es liquidava la pintura de cavallet, per ser una forma artística burgesa i antiquada. Aquesta concepció de l'art seguia la tradició dels constructivistes russos que havien criticat l'art «idealista» i per això s'havien apartat definitivament de la pintura en favor de disciplines que s’adaptessin millor a la fusió del que és artístic i el que és tècnic, amb majors connexions amb la societat, com ara la fotografia que va ser l’elecció de Rodtxenko i El Lissitzky. Amb aquesta concepció de l'art, Warhol i la The Factory aconseguien que les tècniques que utilitzaven, les creacions que produïen, l'entorn de vida i la manera d'habitar coincidissin.

        El mateix podríem dir de Domènec Triviño, l'àmbit laboral del qual ha estat sempre la fàbrica (en el seu cas productora de vidre), un espai industrial que ha fornit la inspiració, els procediments i les concepcions de l'obra d'aquest artista. Si partim de la seva sèrie Horitzons de 1989 i recorrem les seves creacions fins avui dia, això ens dóna una perspectiva de més de 15 anys per constatar aquesta correspondència entre un lloc de laborar i habitar, unes tècniques i unes concepcions artístiques naturalment lligades a la indústria.

       Les tècniques, per exemple, són clarament procedents de les arts gràfiques, com monotips, reserves, en general Triviño utilitza mètodes d'estampació com si treballés amb planxes d'impressió. Endemés, la pintura que utilitza també és sovint industrial, pintura acrílica i més sorprenentment pintura esmalt, ell en diu «pintura de porta» que damunt del paper o de la tela es comporta més com una base que com un motiu. 
HIVERN- 1990
La sèrie Paisatges Imaginaris (1990) gairebé deu tota la seva expressivitat a aquest efecte. Això està fet expressament per evitar el que Triviño en diu «preciosisme», un concepte clarament relacionat amb el d'«esteticisme» dels artistes pop o el d'«idealisme» dels artistes constructivistes. En tots ells del que es tracta és d'evitar un art artificial per decoratiu i buit per aparent. Per fugir d'aquest parany Triviño practica una «espontaneïtat controlada», almenys així ho descriu. Intenta que el que s'esdevingui a la tela sigui imprevisible i sorprenent per a ell, no vol seguir cap sistema específic quan comença a pintar, vol que cada quadre tingui la seva pròpia manera d'evolucionar, que a mesura que avança, el tema es reveli per si sol. Així, la composició no és un pla premeditat, sinó la forma imprevista que el quadre adopta com a resultat dels esforços realitzats per expressar el seu motiu. Hi ha una unitat entre acció i percepció que exclou el retoc i que, més que una tècnica, és un procés. Es tracta d'un treball que pretén registrar la irrepetibilitat de cada instant, que pressuposa el rebuig de qualsevol sistema i expectativa codificada. Per exemple, a la sèrie Suite natura (2004) els seus negres estan tractats com el fuel de la fàbrica que s’utilitza per fondre el material que donarà pas al vidre. Remeten a quan el fuel s’escampa tacant superfícies diverses i crea de vegades figures i casualitats pictòriques interessants d'adoptar o bé d’utilitzar. 

            Triviño busca el que Pollock anomenava contact, un cert estat en el qual l’artista és guiat per la imatge que ell està produint, sense cap figura preconcebuda com a finalitat. Les formes existents no tenen significat i, enlloc de perseguir fins objectius, l’artista cau en un mètode de creació que invita possibilitats d’invenció. El quadre, finalment, no es vincula al fora, entre les coses empíriques, sinó a condició de ser abans que res «autofiguratiu». L’art no és construcció ni artifici. El món no està enfront de l’artista és més aviat el pintor que neix en les coses per concentració, vingut a si mateix del visible. Quan la mà de l'artista s'anul·la, llavors les coses s'expressen per si soles. Això és molt evident altra cop a la sèrie Suite natura (2004) on Triviño enlloc de dibuixar línies a mà provoca que aquestes línies es formin per si soles a partir d'estripar el paper. La coloració de l'estrip contrastant amb la del paper genera unes línies que no es pot pas dir que les hagi pintat l'artista, ja que s'han fet per atzar a partir d'una acció de l'artista, però tampoc es pot pas dir que no es deguin al seu acte creatiu, tot i que efectivament s'han format soles.
SUITE NATURA- 2006

Aquesta entesa porta naturalment Triviño vers l'abstracció i l'allunya de la figuració. Perquè el que ell cerca no és un signe representant quelcom, sinó un esdeveniment format per si sol. Per aquest raó l'artista s'ha resistit sempre a utilitzar elements de la fàbrica de manera òbvia, directa i en certa manera prèvia a l'obra amb un sentit propi independent de l'obra, com ara les ampolles. Ens podríem preguntar com és que si Triviño treballa en una indústria de fabricació d'ampolles de vidre, aquest objecte no apareix tal i com és, ras i curt, en les seves pintures. Doncs perquè seria un element que tindria un simbolisme ja de per si propi que més aviat desactivaria l'espai pictòric si hi fos integrat. En canvi, la transferència d'un objecte de la fàbrica sobre un paper a través de la impressió en monotip és un procediment que integra l'objecte dins de l'obra per virtut del procés de creació. Aquest procediment és el protagonista clar a la sèrie Notebook (1992) en la qual apareix insistentment una forma antropomorfa que no és altra cosa que l'empremta d'una de les cares d'un ferro que procedeix de la fàbrica on l'artista treballa. La sèrie Cercles (1992) té com a motiu principal una forma circular nascuda també de l'empremta impressionada d'un objecte vingut de la fàbrica. 
        Aquests ferros no hi són integrats literalment, com un objet trouvé o ready made, si no que hi són estampats. I no s'ha d'oblidar que l'estampa demana el contacte físic entre la cosa impresa i l'empremta que deixa. És un procés de transferència molt «sincer» i «vertader» ja que la imatge que queda és un rastre, una petjada i això no és una il·lusió. Es pot dir que és un procediment figuratiu que dóna lloc a una forma abstracta i que Triviño aconsegueix representar la realitat sense ser imitatiu. Encara que al moment de transferir la peça aquesta perdi part de la seva integritat original, i encara que sigui traslladada de forma parcial, que el resultat pugi ser una imatge pàl·lida, difuminada, el fet és que la imatge que resta s'ha produït pel contacte directe entre la cosa i la superfície; l'artista no ha intervingut en la formació de l'empremta que es deu única i exclusivament a la presència de l'objecte i a la força de la seva materialitat. A la vegada ningú pot negar que aquesta empremta representa «figurativament» la peça, ja que la petjada ressegueix el perfil d'aquest cos essent-ne una rèplica exacta, una còpia indubtable. Es tracta d'una transferència. En aquesta operació les coses impreses no perden la seva identitat original com a fragments d'objectes. Preses de l’espai del món queden imbricades dins la superfície d’una pintura. A més, ja se sap que Triviño busca aquestes irregularitats i «defectes», ja que permeten incorporar l'aleatorietat de la imatge, alhora que troba efectes imprevistos amb els que parlar no només de la reproducció mecànica, sinó també de la degradació o alteració de les coses: «A la fabrica, veig com les persones, el temps desgasten les superfícies produint efectes i combinatòries força interessants. Sembla que l’atzar pot produir bellesa com els pintors», escriu Triviño en el seu diari.
          També l'espai on conviuen aquestes elements pictòrics ha de sorgir dels mateixos principis, d'un imprevist que es forma, d'una espontaneïtat (llibertat) controlada (intencional). Algunes estructures de les primeres obres es basen en la transferència de determinades composicions que l'artista veu a la fabrica, com estructures que suporten escales, passarel·les, etc. A la pintura no hi són traslladades literalment però igualment les han construït. Tanmateix, fins i tot aquest ordre prestat, inspirat d'un atzar perceptiu i transportat indirectament encara, potser, li és massa poc lliure a Triviño. Amb el temps l'artista aprèn a veure ordres espacials en formes amorfes i canviants que d'altres difícilment podrien prendre per estructures: són les formes que ell veu a través de la finestra del forn de vidre quan treballa. Sembla que part de la seva feina és controlar aquest forn i, per això, l'ha d'observar durant hores en funcionament i s'ha de fixar en les figures i els colors de la fusió dels materials a altes temperatures. Parcel·lacions (2000) i Reserves (2009) vénen d'aquí. A Reserves (2009) específicament Triviño utilitza sorra de sílice com a material que enganxa a la pintura i que crea formes irregulars i atzaroses. En la fabricació del vidre, varies matèries primes naturals (sorra de sílice, carbonat sòdic, pedra calcària i vidre reciclat) es combinen per què després de 24 hores a 1500 °C produeixin un líquid enganxós amb la consistència de la mel que, un cop emmotllat i refredat, donarà lloc al vidre. Segons Triviño la sèrie Reserves (2009) representa el forn, les piles de sílice que es veuen a traves de l'espiell del forn.
          Les piles de matèria dintre dels forns de fusió tenen un efecte sobre Triviño semblant al que Marcel Duchamp obtenia amb al seu primer ready made, la famosa roda de bicicleta acoblada a un tamboret. En una entrevista amb Pierre Cabanne, explicava Duchamp que quan va fer aquest assemblatge no tenia una intenció concreta, al contrari, buscava la casualitat. Deia Duchamp que per ell va ser simplement deixar que les coses fossin per si mateixes i així poder obtenir una atmosfera creativa en el seu estudi. Es tractava d'un «moble» pel seu apartament, ja que vivia en el taller, com Warhol a la Factory. Duchamp deia que aquest «invent» l'ajudava a inspirar-se, a que li vinguessin idees al cap. Quan ell feia girar la roda de bicicleta clavada en el tamboret (perquè la feia rodar!) es relaxava, quedava reconfortat i li creava una obertura que permetia que li vinguessin al cap coses fora de la vida material de cada dia. Per ell era com mirar les flames del foc, veure-les ballar i deixar-se «hipnotitzar» per elles entrant així en un altre estadi de consciència. Es tractava, segons l'artista deia, d'un «artefacte-mandala».
RSERVES Nº9 -2009

         Els mandales, són un dels símbols visuals més representatius del tantrisme, són diagrames de caire geomètric i artístic que representen, amb una gran varietat d’esquemes i models, la relació arquetípica entre l’ordre psicològic i el cosmològic, entre la psique humana i l’absolut. Pintats sobre tela i en murals, elaborats amb sorra acolorida i, més rarament aixecats com a estructures tridimensionals (que poden arribar a tenir dimensions arquitectòniques), els mandales s’utilitzen com a suport de pràctiques de meditació i de visualització, i constitueixen un element fonamental en el curs dels ritus iniciàtics. El significat literal del terme tibetà Kyilkhor (mandala) és «centre i cercle». Quan Triviño contempla les piles de sílice dins del forn, roents, en combustió, aquestes tenen per ell un efecte mandala. L'artista comenta que la fàbrica apareix en els seus quadres de manera inconscient, que és només després, amb el temps, que hi va veient relacions. Tal vegada del que es tracta és d'un subconscient o d'un supraconscient, de quelcom que, portat per l'influxe mandala, ve del món mental i espiritual, no pas del món material que l'envolta.




sábado, 4 de marzo de 2017

La fàbrica com a font d’inspiració artística



El pintor Domènec Triviño inaugura la mostra pictòrica 
The factory' i l’efecte mandala





     


 l’artista  explica les seves sèries, fetes des del 1989 fins al 2016 


       El pintor castellarenc Domènec Triviño inaugura, aquest divendres a les 19 hores, l’exposició ‘The factory i l’efecte mandala’ a la Sala Polivalent d’El Mirador. En aquesta ocasió, Triviño ens mostra una retrospectiva de la seva obra, “una exposició que ja fa un parell d’anys que estava preparant”, explica ell mateix. Es tracta d’una proposta que neix de la iniciativa de la família de Triviño,  i de l’Espai 2.
      La mostra reuneix més d’una trentena de quadres, treballs pictòrics de l’artista, des del 1989 fins al 2016. El títol de l’exposició remet al fil conductor que segueixen tots els quadres de Triviño, la seva relació amb el món laboral a la fàbrica, en concret, la fàbrica del vidre, on ha treballat tota la seva vida. “El meu paisatge és la fàbrica, és una crossa que pot ajudar l’espectador a entrar a l’obra”, apunta Triviño. 
 
     En motiu de l’exposició, “Anna Pujadas ha fet un escrit pel catàleg on explica la meva manera de treballar, el que significa per a mi la pintura”. La pintura és, per a ell, una manera de viure i sobreviure, que l’ajuda al dia a dia, a vegades ben dur.

La pintura abstracta de Triviño destaca per l’elementalitat de les formes, dels signes i els conceptes, que es tradueix en pocs elements a la tela o al paper, un afany persistent de restringir els colors, “i m’agrada molt el negre perquè ressalta els altres colors”. La tècnica que utilitza és mixta, amb ús d’acrílics sobre tela, cartró, paper i, “cada cop més, sobre qualsevol element que em pugui inte· ressar”, diu l’artista. De fet, no descarta emprar l’oli en un futur, també.
Tot i la línia que segueix tota la seva obra, inspirada en la fàbrica, “no tinc massa clar que sigui el camí definitiu o encertat, no sé si vull ser més lineal o més creatiu”, afirma Triviño. 
  
     

Als seus quadres també hi apareix un altre element significatiu, la sorra, “aquesta aportació neix de la voluntat d’utilitzar un material per mi habitual en la meva feina de cada dia a la vidriera com és la sorra”.
A l’exposició, hi podrem apreciar les sèries que l’artista ha creat durant tots aquests anys. Algunes de les sèries se solapen perquè, “per a mi, la pintura és un anar i tornar”: “Horitzons”, de l’any 1989, “és la sèrie més minimalista”; “Paisatges imaginaris”; “Notebook”, “una sèrie on vaig dividir el quadre com si tingués dues pàgines d’un llibre”; “Cercles”, “on vaig treballar amb les arandeles de la fàbrica i el poemari ‘Cercles’ de Vinyoli”; “Parcel·lacions”, “on la pintura queda tancada”; “Suite nature”, “que cavalca també amb un quadre de la sèrie ‘Els marges’ que vaig fer amb l’Aurora Matarín”, i “Reserves”. En una de les parets, també hi haurà un projecció de 16 minuts que recorda tota les sèries, recull imatges de la fabrica de vidre i s’explica el procés de fabricació d’aquest, i també recull imatges d’un treball de l’artista sobre llibres.

Text de Marina Antúnez publicat el divendres 3 de març a L'Actual de Castellar del Vallés

martes, 28 de febrero de 2017

RETROSPECTIVA 1989 - 2016

AQUEST DIVENDRES DIA 3 DE MARÇ DEL 2017 TINDRÀ LLOC LA INAUGURACIÓ DE 

"THE FACTORY" I L'EFECTE MANDALA


SERÀ A LA SALA  POLIVALENT DEL MIRADOR DE CASTELLAR DEL VALLÈS 
 A LES 19HORES.

 
“LA PINTURA ÉS UNA MANERA DE MIRAR LA VIDA
I LA POSSIBILITAT DE SOBREVIURE”.

Domènec Triviño
 


Aquesta exposició amb caràcter de retrospectiva  té com a 

fil conductor la relació entre el meu entorn laboral i la 

meva pintura.La mostra a través de totes les series pictòriques 

des de l’any 1989 fins ara, permet veure com esdevé l’entorn 

laboral la meva font d’inspiració, el meu “paisatge. “ Aquesta 

relació entre el  món laboral i la pintura que faig es de vegades 

inconscient i d’altres voluntària. Un cop me’n adono que 

apareixen detalls i elements no voluntaris li presto mes atenció 

i descobreixo nombrosos elements que acaben incorporats a 

l’obra.


 A partir de la presa de consciencia d’aquesta singularitat 

intensifico la  mirada  sobre allò que em pot interessar i pugui 

passar a formar part de l’obra que faig.